Audi Q5, más cómodo y mejor que nunca

13/12/2016

Audi Q5, más cómodo y mejor que nunca

Viajamos hasta Los Cabos en México para probar la segunda generación del que es uno de los modelos de mayor éxito comercial de Audi, el SUV de tamaño medio Q5. Desde 2008 se han comercializado 1,6 millones de unidades. Ahora ha sido desarrollado sobre la plataforma modular MLB Evo.

Las novedades más importantes se encuentran en el interior, tanto mecánicamente como en chasis y sistemas de infoentretenimiento. Durante una intensa jornada tuvimos la ocasión de conducirlo por carreteras así como en offroad a continuación nuestra experiencia al volante.

Su diseño es bastante parecido al de su antecesor, sin embargo son numerosos los cambios. La calandra singleframe sale del parachoques hacia fuera tal y como lo hacen las de otros SUV de la firma de los cuatro aros como Q3 y Q7. La línea lateral del capó que llega a cubrir la parte superior de las aletas delanteras recuerda a la de A4 y A5 de última generación. El coeficiente aerodinámico es muy bajo para un SUV con sólo 0.30.

Tanto la vista lateral como la trasera son las que más mantienen las claves de estilo del primer Q5. Sólo el ojo más experto será capaz de identificar los nuevos parachoques, pilotos traseros y demás cambios. Las cotas han cambiado con una longitud de 4,66 metros, una anchura de 1,89 metros y una altura de 1,66 metros.

De la mano de una mayor batalla con 2,82 metros, 12 mm más que antes, se ha incrementado el espacio para los pasajeros así como el volumen de carga del maletero. Aun así, se ha conseguido reducir el peso del conjunto en torno a 90 kilos.

En las plazas delanteras se nota esta mayor sensación de espacio nada más sentarte al volante. Lo siguiente que llama la atención es del virtual cockpit opcional, una pantalla de TFT de 12,3” en la que se integran navegador, ordenador, instrumentos principales, teléfono, asistentes de conducción, sistema de audio…

Son muchas las pantallas de este tipo que he probado pero no hay ninguna que sea tan intuitiva, nítida y clara como el virtual cockpit de Audi. Además es la única que no sufre por reflejos de la luz del sol dado que está muy bien aislada dentro del salpicadero. 

En el centro del salpicadero sigue contando con una pantalla de gran formato donde podemos gestionar algunos parámetros que también podemos controlar con el virtual cockpit, y otros que no como Audi drive select u otros ajustes del vehículo.

Para gestionar esta pantalla Audi sigue usando el interfaz MMI con mando giratorio y combinado esta vez con un touch pad al estilo del que ya conocíamos en Q7. La posición del mando del MMI es pura y simplemente perfecta. Apoyando el codo sobre el reposabrazos central la palma de mi mano cae directamente sobre la palanca del cambio S tronic y tanto el dedo pulgar como el índice quedan justo en el mando giratorio del MMI.

Las pantallas táctiles están muy bien pero a día de hoy es más seguro e intuitivo manipular un sistema de este tipo mientras conduces. Con movimientos conocidos y repetitivos a través de los distintos menú es más sencillo llegar a la función deseada sin apenas desviar la atención de la carretera. Con una pantalla tipo iPad necesitamos apartar mucho más tiempo la vista.

Otra solución que hasta la fecha no estaba disponible en Q5 es el Head-Up display. Un elemento muy práctico para leer la velocidad a la que circulamos directamente dentro de nuestro campo de visión sobre el asfalto que nos precede. Un plus de seguridad que evita que apartemos la vista de nuevo de la carretera. (...)

(de Coches.net · Gerard Farré)

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